Los préstamos personales son un tipo de financiación ofrecida por las entidades financieras en que la garantía es la propia persona. Se diferencian de los préstamos hipotecarios en que, si no se pagan, el banco no tiene la posibilidad de iniciar un procedimiento de ejecución hipotecaria directa contra ningún bien.
Un préstamo personal es un contrato en que el que deudor (el cliente que recibe el dinero) se compromete a devolver el préstamo dinerario en cuotas mensuales y pagando un tipo de interés como compensación al acreedor. La garantía de devolución de la deuda es personal, con todos los ingresos, derechos y bienes presentes y futuros.
Hasta hace unos años para pedir un préstamo había que acudir a una entidad, ahora puede hacerse todo por internet. Los préstamos online son contratos cerrados a través de internet sin necesidad de verse personalmente.
No es necesario decir el motivo por el que se pide el préstamo ni ser sometido por parte de la entidad a un minucioso estudio de endeudamiento. En algunos casos, el préstamo se ingresa en nuestra cuenta en tan solo 24 horas. La entidad solo necesita el DNI del solicitante y sus datos personales. Una vez finalizado el contrato se hace el ingreso del préstamo.