Un préstamo preconcedido (pre-approved loan) es una oferta de crédito personal realizada por una entidad bancaria o crediticia sin que medie una solicitud previa por parte del cliente.
Lo común es que sea el propio usuario el que solicite financiación en el banco, pero con los préstamos preconcedidos es la propia entidad la que se pone en contacto con su cliente y le ofrece disponer de una cierta cantidad de dinero para cualquier proyecto.
Como es natural, el banco ofrece este tipo de productos a clientes con un buen historial de crédito, una cierta antigüedad, demostrada solvencia e ingresos domiciliados. En definitiva, aquellos que son considerados elegibles con base en las políticas de riesgo de la entidad bancaria.
La parte positiva de este tipo de financiación es que la entidad de crédito ya ha analizado la solvencia del cliente, por lo tanto, los trámites son menores y la operación se formaliza de una forma rápida.
Los préstamos preconcedidos suelen aprobarse en un plazo de entre 24 y 48 horas, como norma general. Precisamente estos productos financieros nacieron con el objetivo de reducir los tiempos formales de contratación, para competir contra los créditos rápidos.
Por otra parte, el hecho de que sea el propio banco el que tome la iniciativa, no es sinónimo de que el producto tenga unas condiciones menos ventajosas en cuanto a intereses y/o comisiones. No obstante, es necesario atender bien a todos los términos y condiciones del contrato antes de aceptar un préstamo preconcedido.