El término diferencial de una hipoteca (mortgage spread) es un porcentaje fijo que aplica el banco sobre un índice de referencia, normalmente el euríbor a 12 meses. De esta manera, el índice de referencia más el diferencial constituyen el Tipo de Interés Nominal aplicado (TIN) aplicado en un préstamo hipotecario a tipo variable.
Precisamente se denominan hipotecas variables porque el euríbor o índice de referencia tiene capacidad de fluctuar, provocando que el interés a pagar cambie con el paso del tiempo. Sin embargo, el diferencial permanece constante; se pacta al inicio y viene reflejado en el contrato de préstamo hipotecario.
El euríbor (Euro Interbank Offered Rate) tan sólo es la media de las operaciones en el mercado interbancario. En resumidas cuentas, se trata del interés medio al cual las entidades bancarias se prestan dinero entre ellas.
El banco también necesita financiarse y el coste de su financiación viene determinado por el euríbor. Así pues, el euríbor es lo que le cuesta al banco conseguir el dinero que te presta, pero el diferencial representa su margen de beneficios.
Como puedes comprobar, en las hipotecas variables, el riesgo de que pueda fluctuar el coste de financiación (representado por el euríbor) se traslada al cliente. Cuanto más elevado sea el euríbor, mayor será la cuota hipotecaria.
Lo mismo es aplicable al diferencial de una hipoteca, cuanto más elevado sea más intereses pagarás, propiciando que las cuotas mensuales sean más elevadas. Por ello, es importante negociar el diferencial de tu hipoteca variable y conseguir reducirlo.