Depósito

Depósito

Un depósito bancario es un producto de ahorro a través del cual una persona, que se llamará depositante, entrega a una entidad bancaria (depositaria) una cantidad de dinero, que será el depósito. Es entonces cuando la entidad, mediante un contrato tiene la obligación de devolver la cantidad tal y como se establece en el contrato.

Hay dos tipos de depósitos bancarios: los depósitos a la vista y los depósitos a plazo fijo. Esta diferenciación se estipula en función de la liquidez del dinero, es decir, de cómo y en qué momento es posible que el depositante pueda acceder a ese dinero depositado.

Los depósitos a la vista

Son los más líquidos. El depositante puede acceder al dinero depositado en cualquier momento. Tanto las cuentas corrientes como las cuentas de ahorro son depósitos a la vista. El funcionamiento es el siguiente: el depositante puede acceder a los fondos de la cuenta en cualquier momento realizando retiradas de efectivo a través de los canales disponibles (sucursal, cajero, cheque o transferencia, cashback…)

Las comisiones más habituales que suelen contemplar los depósitos a la vista (cuentas corrientes) son las de mantenimiento y las de administración. También existe la comisión por descubierto en la cuenta, en este caso la entidad penaliza con el cobro de una comisión cuando la cuenta entra en números rojos.

Los depósitos a la vista pueden estar remunerados (cuentas bancarias remuneradas) y puede darse desde el momento en el que haya dinero en la cuenta o bien a partir de un saldo medio e incluso que exista una remuneración por tramos.

Los depósitos a plazo fijo

Es un producto bancario por el cual se deposita una cantidad de dinero en la entidad durante un plazo de tiempo y a cambio el depositante recibirá una remuneración llegado el vencimiento. Se realiza por un tiempo determinado y durante ese tiempo el depositante no puede disponer del dinero depositado hasta que finalice el periodo, es decir, hasta que se llegue al vencimiento. Si el depositante necesitase esos fondos antes del vencimiento del depósito, puede acceder a ellos abonando una comisión por rescate anticipado.

Para su contratación, es habitual que las entidades marquen un importe mínimo. Antes de contratar un depósito es muy importante no solo fijarse en la remuneración o rentabilidad que se obtendrá al llegar al vencimiento, sino que también es muy importante fijarse en:

  • Plazo: cuanto mayor sea este periodo, mayor suele ser la rentabilidad, pero también durante más tiempo no se tiene acceso a esos fondos.
  • Liquidez: son importantes las opciones que tiene el depositante de recuperar el dinero. Por lo general, en los depósitos fijos tradicionales se garantiza el 100% del capital al vencimiento. Si se hace un rescate anticipado, hay que hacer frente a una comisión.
  • Cuándo se cobran los intereses generados: es la periodicidad con la que se abonan los intereses que ha generado el depósito. Lo más habitual es que sean trimestrales, anuales o bien a vencimiento y se abonan en una cuenta a la vista que tenga el titular.
  • Si la entidad está adscrita al Fondo de Garantía de Depósitos, que garantiza hasta 100.000€ por titular y entidad en caso de quiebra o problemas graves de solvencia por parte de la entidad.
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