La copia simple es un documento oficial. Únicamente cumple con un fin informativo y, por tanto, carece de validez legal. Se caracteriza por ser una copia fiel de un documento original impreso en folios blancos. En una copia simple en el que no figura ni membrete ni firma de un notario. Por tanto, es una copia que no contiene ninguna marca de autenticidad jurídica por parte de una autoridad. Tampoco muestra signos de validación que aporten una garantía jurídica en relación con los hechos que se exponen.