Deflactar (deflate) es un concepto económico que hace referencia a eliminar el incremento generalizado y sostenido de los precios con el paso del tiempo. La deflación es lo opuesto a la inflación.
Cuando hablamos de deflactar nos referimos a transformar una magnitud económica expresada en precios corrientes (precios actuales) a los precios que se hubiesen tenido en un año base. En otras palabras, se trata de descontar el efecto de la inflación.
Por ejemplo, al calcular el Producto Interior Bruto (PIB), se multiplica la cantidad de bienes y servicios producidos en un período de tiempo por el precio de los mismos. Sin embargo, si los precios aumentan como consecuencia de la inflación, ¿cómo podemos calcular el crecimiento de la cantidad?
Para ello tendríamos que suprimir el efecto de la inflación; o sea, deflactar. De este modo, trabajaríamos a precios constantes (PIB real) y las variaciones que se puedan darse únicamente responderían a la cantidad de bienes y servicios producidos.
De hecho, existe un indicador que relaciona el valor del PIB nominal (a precios corrientes o actuales) con el del PIB real (a precios constantes). Se trata del “deflactor del PIB” y sirve para medir la inflación o deflación existente en la economía.
Por otra parte, si aumenta el valor de los bienes y servicios como consecuencia de la inflación, también aumentan las bases imponibles y las tasas impositivas en el IRPF. Asimismo, deflactar el IRPF implica ajustar las bases antes de tener en cuenta el aumento de los precios.