A la hora de financiar la compra de vivienda los bancos piden una serie de requisitos en cuanto al perfil se refiere. Suelen preferir una persona con contrato indefinido, ingresos estables y un historial crediticio limpio.
No obstante, no es fácil tener un perfil que case con la entidad. Tras la crisis del 2008 los bancos buscan personas que, a largo plazo, tengan la capacidad económica para afrontar una hipoteca. Esto puede provocar problemas a muchas personas que buscan adquirir una casa y que, para ello, necesiten un préstamo de esta índole.
¿Existe alguna solución para esos casos? Como estábamos comentando, lo que busca el banco es una persona que vaya a tener los recursos suficientes como para pagar la hipoteca cada mes durante el periodo de amortización establecido (10, 20, 25 o 30 años). No obstante, siempre se le puede presentar un plan b o, dicho de otra manera, un aval.
Quizás la palabra más relacionada con aval en este caso es garantía, puesto que se trata de una persona o elemento que aportamos al banco para asegurarle de que, de una forma u otra, vamos a acabar devolviéndole el dinero que nos ha prestado.
Si se trata de un usuario que tendrá que cumplir una serie de requisitos:
-Ser mayor de 18 años.
-Tener una situación económica estable, es decir, ingresos regulares, preferentemente un contrato indefinido.
-Historial crediticio limpio, es decir, que no se encuentre en una lista de morosos como puede ser ASNEF.
-Poseer la capacidad suficiente como para poder afrontar la deuda de la persona a la que avala.
Esto significa que, si el titular de la vivienda se ve en apuros para seguir pagando la hipoteca, el avalista responderá con todo lo que tenga, ya sea dinero o patrimonio (una vivienda, por ejemplo).
Si optamos por poner una vivienda como aval significa que, si tenemos problemas para afrontar el préstamo, responderemos a la deuda con la propiedad. Dicho inmueble debe cumplir unas condiciones:
-Debe estar libre de cargas, es decir, no debe tener una hipoteca o deuda similar. Si tuviera una carga la entidad puede aceptarlo siempre que quede poco para solventarla.
-Los solicitantes de la hipoteca deben ser los propietarios de la vivienda que les avala.
-El valor del inmueble debe ser el suficiente como para cubrir la financiación de la nueva casa. Esto se debe a que, en caso contrario, el banco no podría recuperar su inversión quedándose con esta propiedad.
Cumpliendo las condiciones mencionadas la entidad podrá tener en cuenta este inmueble para concedernos la hipoteca, aunque puede existir algún inconveniente si ésta se encuentra fuera del territorio español.
Dicho de otra manera, puede darse el caso de que una persona tenga una casa en otro país, pero que se haya ido a vivir a España y quiera adquirir una vivienda allí. Para ello puede que haya pensado en poner la vivienda que tiene en el otro lugar de aval, puesto que, de esta manera, tiene una propiedad que ofrecerle al banco en el caso de que no pudiera afrontar el pago del préstamo.
¿Un banco aceptaría esta clase de aval? Depende de la entidad y de la situación de la vivienda que ofrezcamos. Es muy probable que la compañía tenga que realizar un estudio para saber si realmente esa propiedad puede considerarse un aval o garantía de la hipoteca.
Es por ese motivo que, si necesitamos que nuestra vivienda en el extranjero sea considerada como aval sí o sí, comparemos entre diferentes entidades. De esta manera encontraremos la que más se adecua a nuestras necesidades.