La pignoración o fianza, más que un producto financiero son garantías que se debe aportar a una entidad bancaria para cubrir el riesgo que suponen ciertas operaciones de crédito.
La pignoración en empresas consiste en la entrega a una entidad bancaria de los bienes o derechos de una empresa. Estos bienes o derechos se vinculan a una operación de carácter crediticia o financiera. Con esto se consigue garantizar el pago de la deuda en los límites establecidos por contrato.
Además de un bien o un derecho, también se pueden presentar como garantía una cierta cantidad de dinero, en este caso la pignoración pasa a denominarse: fianza.
¿En qué se diferencia con la hipoteca?
A diferencia de otras operaciones con garantías reales, como es el caso de la hipoteca, la pignoración tiene la ventaja de tener un coste más reducido, principalmente porque no genera ningún tipo de impuesto sobre los actos jurídicos documentados. Tampoco son tan elevados los gastos de notaría o de registro, como sí lleva consigo una operación hipotecaria. La pignoración evita todos estos costes para la empresa.
La garantía pignoraticia siempre debe ser utilizada por la empresa para garantizar una operación de financiación a medio o largo plazo. Siempre será más recomendable utilizar este tipo de garantía, frente a otras como la hipotecaria o avales, principalmente por la importante reducción de gastos y comisiones.
En el caso de realizar una fianza, simplemente será necesario aportar una cantidad de dinero en concepto de garantía o también utilizando alguna de las sociedades de caución como intermediarias y especializadas en este tipo de operaciones.
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A diferencia de otras operaciones con garantías reales, como es el caso de la hipoteca, la pignoración tiene la ventaja de tener un coste más reducido, principalmente porque no genera ningún tipo de impuesto sobre los actos jurídicos documentados. Tampoco son tan elevados los gastos de notaría o de registro, como sí lleva consigo una operación hipotecaria. La pignoración evita todos estos costes para la empresa.
La garantía pignoraticia siempre debe ser utilizada por la empresa para garantizar una operación de financiación a medio o largo plazo. Siempre será más recomendable utilizar este tipo de garantía, frente a otras como la hipotecaria o avales, principalmente por la importante reducción de gastos y comisiones.
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