Comprender en qué partes está dividida nuestra factura de la luz es un punto clave para saber si le estamos sacando el máximo partido posible a nuestro contrato con la empresa eléctrica y en qué podríamos mejoras su eficiencia. Para saber de primera mano cómo ahorrar con la factura de la luz, puedes descargarte nuestra Guía de electricidad de forma gratuita.
Los nuevos cambios de facturación ha conllevado también una nueva de presentación de la factura eléctrica más clara en la que se diferencian claramente los componentes analizados:
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- Identificación de la empresa:
El consumidor tiene que identificar claramente a la empresa, por ello la factura debe incluir:
- Logotipo
- La razón social
- Domicilio social
- Código de identificación fiscal (CIF)
- Datos de la factura:
Resumen claro de los puntos más importantes para identificar la factura, incluyendo:
- Importe total
- Número de factura
- Periodo de consumo
- Fecha del cargo (cobro por el banco si está domiciliado el recibo) o fecha límite de pago si tiene que realizar el abono de la misma.
- Resumen de la factura:
Los datos de los conceptos facturados e impuestos aplicados (IVA o impuesto que corresponda si es en Canarias, Ceuta o Melilla) así como el importe total de la factura, que luego se presentarán a un mayor nivel de detalle.
- Datos del cliente:
Nombre o razón social de la persona física o jurídica que recibe la factura y dirección postal a la que se remite la factura. Esta información debe incluirse aunque la factura se remita digitalmente.
- Información del consumo eléctrico:
Datos del consumo implicado en el cálculo de la factura e información sobre la evolución del consumo registrado anual para facilitar la visualización de forma gráfica al usuario sobre los cambios y progresión de su consumo.
- Datos del contrato de suministro:
Información del cliente y de los datos recogidos en el contrato de suministro e información de interés para el cliente consumidor. Con la nueva factura cambia de posición (ahora a una inferior) y amplía la información reflejada. Tanto los teléfonos de averías, reclamaciones y atención al cliente deben ser gratuitos. También debe incluir el contacto para reclamaciones. Estos son todos los conceptos que debe reflejar:
- Titular y NIF del Titular
- Dirección de suministro
- Tipo de contrato
- Tipo de contador
- Peaje de acceso
- Potencia contratada
- Fecha fin del contrato
- Fecha emisión de la factura
- Código unificado de punto de suministro CUPS
- Teléfono gratuito de atención al cliente y reclamaciones de la comercializadora
- Teléfono gratuito de averías y urgencias de la distribuidora
- Contacto para realizar posibles reclamaciones
- Forma de pago y datos de la domiciliación de la factura
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Tiene dos partes muy claramente identificadas:
- Factura destino:
Representación del reparto del importe de la factura eléctrica: Coste de producción de energía y margen de comercialización, costes regulados (divididos a su vez en incentivos a las energías renovables y cogeneración, redes de distribución y transporte y otros costes regulados) e impuestos.
- Factura detalle:
Detalle pormenorizado de los conceptos e importes facturados por la energía consumida y la potencia contratada, así como los impuestos aplicados, estos conceptos son:
- Término de potencia
- Término de energía
- Impuesto especial sobre la electricidad
- Alquiler del equipo de medida
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
De todos ellos el más importante es el término de energía al formarse su total por los precios horarios de todos los días de facturación. Su observación ayuda a saber las horas más económicas para realizar ciertos gastos de energía.
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También tiene dos secciones muy claramente diferenciadas:
- Información para el consumidor:
Incluye conceptos como información de interés, así como datos sobre el bono social para consumidores vulnerables, características del tipo de contrato contratado y las opciones disponibles.
- Origen e impacto ambiental de la electricidad consumida
Información sobre el origen de la electricidad consumida y su impacto sobre el medio ambiente.
Este modelo será obligatorio a partir del 1 de octubre de 2014 para las comercializadoras de referencia que suministren a los consumidores acogidos a precio voluntario para el pequeño consumidor, incluidos los consumidores vulnerables a los que aplica el bono social, y a los consumidores sin derecho a acogerse al precio voluntario para el pequeño consumidor que transitoriamente carezcan de un contrato de suministro con una comercializadora en mercado libre.
