Buscar una vivienda no es fácil. El ataque de Rusia a Ucrania y la inflación son las causantes de que siga subiendo el precio de la vivienda. Esto provoca que las personas que estén buscando un inmueble tengan más dificultades para poder adquirirlo.
Ante esta situación, ¿qué alternativas existen? Se puede optar por buscar una vivienda a través de métodos menos convencionales. Uno de ellos es el de adquirir una propiedad a través de una subasta.
El sistema de una subasta es bastante sencillo: se expone un bien con un precio inicial y, a partir de ahí, los interesados empiezan a pujar hasta la fecha límite. En el caso de las viviendas funciona de la misma manera: un inmueble empieza con un precio base y los participantes van subiendo el importe hasta la fecha tope.
¿Dónde puedo conseguir este tipo de viviendas? Las subastas de viviendas las gestiona la Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado (AEBOE). Es allí donde podremos ver las viviendas y fincas disponibles en cada provincia.
Condiciones para pujar por una vivienda
Para participar en la subasta de un inmueble habrá que aportar el 5% de su valor inicial. Eso significa que si el precio base es de 150.000 euros el interesado tendrá que aportar unos 7.500 euros para poder participar. También será necesario registrarse en la sede de la Agencia Estatal del Boletín Oficial del Estado (AEBOE). Podremos hacerlo mediante certificado digital o Cl@ve. A partir de ahí tendremos que introducir nuestros datos personales para crearnos un perfil. De esta manera podremos participar en la subasta de los inmuebles que nos interesen.
El periodo de la subasta es de 20 días y, una vez finalizado, la vivienda se quedará en manos de la última persona que haya pujado por ella. A partir de ahí tendremos otros 20 días para pagar el importe final del inmueble. Por lo tanto, tan solo tendremos ese periodo para buscar financiación, es decir, una hipoteca.
Ventajas y desventajas de las viviendas de subastas
En primera instancia es una buena forma de adquirir una vivienda por debajo de los precios habituales, por lo tanto, si no tenemos muchos ahorros es una vía a tener en cuenta.
Además, el sistema permite comprar la vivienda a través de una financiación, es decir, con una hipoteca. En ese caso no tendremos que pagar una tasación, puesto que este trámite ya habrá sido realizado para poder subastar el inmueble.
No obstante, estas propiedades suelen proceder de ejecuciones hipotecarias (desahucios). Eso significa que el inmueble podría estar okupado o, incluso, en malas condiciones.
Esto implica que habría que añadir un coste de reforma al dinero que tenemos estimado gastarnos con dicha adquisición. Tampoco hay que olvidarse del procedimiento que habría que llevar a cabo para expulsar a los ocupantes del inmueble.
¿Estás interesado? Ten en cuenta estos consejos
Si hemos optado por adquirir una vivienda a través de este método habrá que tener en cuenta dos puntos.
- Asumimos la vivienda con sus cargas. Esto significa que, si el inmueble tiene una hipoteca vigente, se quedará bajo nuestra responsabilidad. Para saber si la vivienda que nos interesa se encuentra en dicha situación podemos pedir una nota simple al Registro de la Propiedad.
- Tendremos poco tiempo para conseguir una hipoteca. Como hemos comentado, tan solo tendremos 20 días para conseguir el dinero o, en este caso, la financiación. Al fin y al cabo, al no tener el precio definitivo, no podemos empezar a hablar con el banco antes de que termine la subasta. No obstante, siempre se puede intentar negociar con la entidad para que empiece el estudio de nuestro perfil antes de que finalice la subasta.
En caso de no pagar el importe de la vivienda en el plazo establecido perderemos el 5% que habíamos aportado como depósito para poder participar en la subasta.
