El perfil del solicitante determina las opciones de acceso a un crédito. Eso es una realidad y a la hora de pedir un préstamo o crédito no conviene construir castillos en el aire. La situación crediticia en España ha mejorado, el crédito vuelve a abrir sus puertas.
Según la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios en España de julio de 2018 elaborada por el Banco de España, “los criterios de aprobación de préstamos se relajaron ligeramente sobre todo en financiación para consumo y otros fines” y la demanda de crédito de los hogares creció. Consulta los préstamos más baratos de agosto 2018.
Ingresos, cargas y perfil crediticio, claves
Cuanto mejor sea el perfil del solicitante, a mayores cantidades de crédito y condiciones de financiación podrá acceder. Conviene hacer una autoevaluación de la situación económica y no esperar que únicamente lo haga la entidad financiera. Antes de pedir un crédito o préstamo, es importante saber que se va a poder devolver en el tiempo y términos acordados.
Por ello es muy importante conocer cuál es la capacidad de endeudamiento del solicitante, o lo que es lo mismo, qué porcentaje de los ingresos se pueden dedicar al pago del préstamo. Lo recomendable es que ese porcentaje no supere el 40% de los ingresos en el peor de los casos o incluso que no supere el 30%.
Sin duda, el nivel de ingresos del solicitante es clave, determinará su capacidad de pago y será la llave de acceso a una financiación mayor. Para una entidad no será igual un solicitante que cobra 700€ al mes que uno que cobra 3.000€ al mes ya que la capacidad de endeudamiento será mayor en el segundo que en el primero.
Pero no es el único factor. El historial crediticio es otro determinante. Ser buen pagador abre las puertas al crédito, sobre todo en entidades en las que ya se ha solicitado anteriormente. De ahí que sea importante no aparecer en un fichero de morosos como Asnef o RAI. No figurar en estos registros será siempre un punto a favor. Indica que el solicitante no tiene deudas pendientes de pago que hayan provocado dicha inscripción por parte de alguna compañía.
¿Préstamos sin nómina ni aval?
Sí, existen. Los préstamos o créditos sin nómina son una opción, eso sí, se caracterizan por ser financiación de una menor cantidad, normalmente minicréditos que no suelen superar los 600€. Aunque no exista una nómina, la entidad es habitual que solicite documentación que demuestre ingresos regulares, periódicos y que éstos sean suficientes para hacer frente al pago del préstamo, pero no necesariamente estos ingresos han de ser en forma de nómina.
Endeudarse con responsabilidad
Antes de solicitar financiación hay conviene recabar toda la información sobre los mejores créditos y préstamos y saber cuál es el que mejor se ajusta a cada situación y necesidad. El siguiente paso es analizar qué cantidad cubriría dicha necesidad y evitar pedir más dinero del necesario ya que si se solicita una mayor financiación, se acabarán pagando intereses por dinero que no se necesita.
Además tener claros los costes de la financiación desde el principio hará tener una visión clara de lo que supone pedir un crédito y de cuánto se acabará pagando por él a final del plazo establecido (intereses y comisiones si las hubiera), en este sentido hay que fijarse no solo en el TIN del préstamo si no también en el TAE (representa el coste total del préstamo o crédito para un plazo determinado).
Cabe recordar que, si se marcan plazos muy amplios, el coste del préstamo aumenta, ya que la entidad está prestando el dinero durante más tiempo y por lo tanto generará más intereses a pagar.